Lo que hace especial (a) Chema Madoz
- saratadeo
- 16 dic 2018
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Al hacer referencia a la fotografía solemos pensar en imágenes de figuras representativas, paisajes apaisados u objetos definidos. Sin embargo, existe un artista que ha modificado el significado por antonomasia de la fotografía y ha traspasado sus fronteras para ponernos en contacto con otros mundos posibles. Este artista ha promulgado su propio sello y firma sus fotografías como Chema Madoz.

Visitar una exposición suya supone ver un conjunto de elementos fotográficos que él domina con una exquisita particularidad. Sus últimas creaciones reflejan a la perfección la búsqueda de un universo de objetos tan familiares como desconocidos. Entre las diversas ejemplificaciones se pueden destacar un tren ascendiendo por el carril de hierro del pasamanos de una escalera, un tablero de ajedrez transformado en un cuadrilátero de boxeo, una bombilla encendida rodeada de helicópteros que vuelan a su alrededor, y muchas otras fotografías de esta índole.
La galería Elvira Gónzalez ha sido la encargada de presentar la segunda individual de este artista, denominada como “Obra reciente”, que contiene una treintena de obras realizadas entre 2016 y 2018. A través de estas fotografías podemos seguir viajando por ese universo tan personal que nos viene proponiendo desde hace ya casi más de tres décadas, y que le ha llevado a lograr diversos reconocimientos como el Premio Nacional de Fotografía y el PhotoEspaña, ambos en el año 2000, o el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en 2013, además de contar con exposiciones en galerías y museos.
Uno de los aspectos que más destaca de esta exposición es el montaje, que está acompañado de una sala compuesta de paredes blancas que genera el ambiente necesario para analizar cada una de las imágenes de la exposición y dejar que nuestra imaginación fluya en busca de significados. Lo que demuestran estas fotografías es que Madoz es fiel a su marca y a su estilo. Pretende que la persona que se enfrente a sus fotografías consiga pasarse todo el día pensando en qué podría significar cada una de ellas. De esta manera, no pretende reflejar una visión única y verdadera de la realidad que posee frente a sus ojos, sino que además, nos invita a inventar nuevas visiones e historias de los objetos que expone.

Con sus obras nos plantea siempre una especie de juego visual y conceptual, donde los objetos parecen adquirir vida y voz propia. Es por este motivo que el artista utiliza los objetos como si fueran palabras, y la combinación de ellos dota de una explicación a la fotografía. Borja Casani ya afirmó en 2006 que sus obras “literalmente nos hablan”. Desde 1999, fecha en que se realizó su primera exposición individual, Chema Madoz ha creado su propio estilo fotográfico. No obstante, en sus últimas creaciones ha hecho algunas modificaciones a la hora de exponer las imágenes. Sigue utilizando elementos que le han acompañado a lo largo de su carrera profesional, como el ajedrez o las alusiones al tiempo, aunque ha expandido su área de trabajo en la innovación de nuevos planteamientos.
La cuestión que surge a los visitantes de sus exposiciones, y sobre todo, a aquellos que forman parte del ámbito fotográfico es: ¿cómo trabaja para desarrollar estas fotografías centradas en una temática híbrida entre objetos reales y cotidianoscon efectos surrealistas? La respuesta es sencilla. Chema Madoz suele realizar sus obras de dos maneras fundamentales. En la primera, parte de un objeto seleccionado especialmente y lo fotografía, y en la segunda, él mismo es quien construye ese objeto a partir de un proceso lento pero continuo. Independientemente de la elección del objeto, suele fotografiarlo con luz natural, logrando así imágenes con gran contraste y nitidez. Asimismo, están perfectamente compuestas de manera que el objeto parece formar una imagen en perfecta armonía.

Aunque en alguna ocasión haya optado por la tecnología digital, él mismo reconoce que no ha utilizado programas de edición fotográfica, sino que todo sigue siendo “construido, iluminado y fotografiado”. De esta manera, es capaz de conseguir una de las tareas más complejas de la fotografía, la de encontrar lo extraordinario en lo cotidiano. Por este motivo, no es lo mismo una foto cualquiera de un reloj, o de una escalera, que lo mismo hecho por Madoz, él siempre aportará una nueva expresión con el fin de que el espectador no se conforme con visualizarlo una única vez, sino que lo analice hasta dos y tres veces.

Chema Madoz se ha convertido en un artista reconocido por la singularidad de sus obras, de tal manera Luis Arenas, filósofo e historiador de arte dedujo a la perfección lo que supone la existencia del artista para la fotografía. “Por Madoz sabemos de cuántas vidas diferentes le hubieran podido aguardar a un fósforo o a una escalera si su destino no hubiera sido el de servir finalmente a nuestra necesidad de fuego o de vencer la gravedad. Todos esos mundos de Madoz son mundos improbables, ciertamente, pero no imposibles: ahí están ante nosotros para demostrarnos su realidad”. Por ende, el artista nos ha hecho entender que existen tantos mundos posibles como creamos, nos ha abierto la mente hacia nuevas reflexiones y nos ha hecho entender que la fotografía puede llevarnos tan lejos como queramos.
Otras fotografías de la "Obra reciente" de Chema Madoz:
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