Todo lo que he aprendido de Arturo Gómez Quijano
- saratadeo
- 20 dic 2018
- 3 Min. de lectura
No se me ocurre comenzar esta crítica personal sin hacer referencia a una de las preguntas que siempre realiza el profesor que imparte la asignatura de Periodismo especializado en ciencia y cultura, Arturo Gómez Quijano: ¿por dónde empiezo? Pues que sea “siempre por el principio”.
El primer día que entré en el aula donde me impartían esta asignatura recibí una presentación que jamás nadie había hecho en los cuatro años que llevo estudiando el grado de Periodismo. Si hay algo que caracteriza a Gómez Quijano es su manera de mostrar su experiencia como programa académico. Nos explicó las fórmulas para alcanzar la meta de cualquier periodista, “es muy importante escuchar, conocer al otro”. Ese primer día me ocurrió algo que no me suele suceder de costumbre, su nombre se quedó grabado en mi retina.
Si hay algo que he aprendido de esta asignatura es la importancia que tienen las relaciones sociales e intrapersonales en nuestra vida íntima y profesional. El segundo día, llegué a conocer a personas que jamás habría conocido si no llega a ser por el profesor. Nos hizo presentarnos uno por uno, y repetir los nombres de los demás compañeros y compañeras. Al salir de la clase comprendí lo que el profesor siempre pone de relieve: “nunca sabes quién es la persona que tienes al lado, qué puede aportarte y cómo puede ayudarte”.
Desde el grado de Periodismo siempre se ha exigido asignaturas más prácticas, que valoren la teoría pero que no la prioricen frente a otras actividades. He coincido con ello hasta que elegí cursar la asignatura de Periodismo especializado en ciencia y cultura. Mi expectativa con esta asignatura era indagar en la cultura de forma distinta, entender otros puntos de vista y alcanzar un enfoque más transversal. Arturo Gómez Quijano ha logrado superar mis expectativas. Comenzar una clase poniendo en duda cualquier tema es una de las cosas que me ha enseñado. Empezar comentando la noticia más importante del día, plasmar datos reales acerca de la cultura y el turismo o debatir con puntos de vista contradictorios son algunas de las prácticas que me han hecho entender que el aprendizaje de esta profesión se centra sobre todo en escuchar, para después, contar.
Además, el hecho de haber contado con la participación activa de otras personas expertas en la profesión ha sido el aspecto más positivo de esta asignatura. Cada viernes hemos tenido la oportunidad de conocer a profesionales del ámbito de la comunicación, que nos señalan de primera mano cómo es el mundo fuera de las puertas de la Universidad, que nos aconsejan y nos muestran todos los amplios caminos que podemos seguir. Desde un periodista de Puerto Rico que nos habla de la cultura musical, hasta un profesional especializado en gastronomía. De todos he aprendido algo diferente, y me han hecho comprender que no hay mejor manera de conocer nuestra profesión que formando parte de ella. Y gracias a ellos, me he sentido parte de ella más que nunca.
De todos estos cuatro meses me quedo con la importancia de conocer a quien tenemos al lado, de nunca subestimar a nadie, y de entender cómo las relaciones pueden cambiarte la vida. Arturo Gómez Quijano está ejerciendo su labor como profesor de la Universidad gracias a una persona que contestó a una llamada por él. La profesión, como la vida, es impredecible, y en mi caso, me siento afortunada de poder haber coincidido con profesionales como él.
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